Mês em homenagem ao Sagrado Coração de Jesus

Trigésimo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, nuestro adorable Esposo”

Como última propuesta de reflexión para este mes, les ofrecemos un programa de vida que la Venerable escribe a una de sus hijas:

sacrocuoreAquí está Jesús, tu adorable Esposo, coronado de espinas, circundado de lirios. Tenlo siempre presente a tu mirada, míralo continuamente y ofrécele los lirios de tu amor y las espinas y las amarguras de tus dolores, de tus tribulaciones. Rézale intensamente, para que te estreche fuerte a su Corazón y haga de ti una sola cosa con Él. Repósate en sus brazos y reza por mí.

También a nosotros habla hoy Madre Carmela:

  1. El Esposo Jesús aún es coronado del dolor humano y por el amor de los seres amantes que lo estrechan a su corazón.
  2. Mirarlo, tenerlo siempre presente hará que cada cosa que vivamos: dolor o alegría, la ofrezcamos espontáneamente a Él.
  3. El vínculo con Jesús lo reforzaremos con nuestra continua e intensa oración.

Hoy me ofreceré al Sagrado Corazón de Jesús con mis dolores, mi amor y mis alegrías, se los presentaré como lirios y espinas que lo circundan y me unen más a Él.

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Vigésimo noveno día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, fuente de amor increado”

En otros versos de la poesía de ayer, la Venerable expresa el amor del Corazón de Cristo:

sc28Salve, oh Corazón dulcísimo y piadoso,
viva fuente de amor increado,
la herida de tu sagrado Costado
nos sea de guía en el áspero sendero.
Inflámanos con tu santo amor,
nos consume en el fuego bienaventurado,
nos eleve de todo el creado,
para gozarte sin velos en el cielo. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 90)

Aquí está el fruto de la contemplación de Madre Carmela:

  1. El Corazón de Cristo es una fuente viva de amor no creado, sino divino, eterno, infinito.
  2. Este Corazón ha sido traspasado en la cruz y nos guía por los caminos de la vida.
  3. El amor infinito y santo del Corazón de Jesús nos eleva de la creación  y un día lo gozaremos en el cielo.

Hoy pediré al Sagrado Corazón de Jesús que me inflame con su santo amor

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Vigésimo octavo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús nos da una prenda de amor en la Eucaristía”

De las poesías de Madre Carmela podemos entrever no sólo su amor al Corazón de Cristo, sino también su fe en la Eucaristía:

sc29ÉL vive en ese Pan sagrado,
donde muestra su ardiente amor,
invitando a los fieles a su Corazón
cual albergue de paz y de amor.
¡Oh redimidos miren ese Corazón
quebrantado  por nuestra salvación,
lleno de amor y de grande ternura,
caro precio de nuestro perdón! (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 89)

Profundicemos un poco estos versos:

  1. Ella relaciona íntimamente el misterio del Corazón de Cristo con el Pan eucarístico, es más, es este último el que muestra el amor ardiente del Corazón de Jesús.
  2. Los fieles contemplando a la Eucaristía y por lo tanto al Corazón divino de Jesús, encuentran paz y amor.
  3. Podemos tener confianza de su perdón, porque Él nos ha redimido con su Corazón traspasado.

Hoy haré una visita al Santísimo Sacramento y le ofreceré un acto de fe, esperanza y amor.

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Vigésimo séptimo día: 

“El Sagrado Corazón de Jesús, verdadero amante del alma”sc27

Madre Carmela hoy nos hace entrar en las profundidades de su corazón:

Entonces sucedió que, por exceso de su inmensa bondad, me quiso dar todavía una prenda altísima y especial de su infinito amor hacia mí, vil y miserable creatura, que atrayéndome a Sí por fuerza de amor hasta la su altura divina, me atrajo, mostrándome en el exceso de su amor, mientras me abrazaba y me apretaba fuertemente a su Corazón, como esposa amantísima y fiel y exclusiva propiedad de su amor. (Escritos de la Fundadora, Vol. III, pág. 56).

De la experiencia particularmente sobrenatural de la Venerable, podemos todavía captar un mensaje para nosotros:

  1. Cuando Jesús encuentra un alma amante, se da todo a Sí mismo, con gracias y dones especiales.
  2. Siempre es Dios quien atrae a Sí, sólo quiere de nosotros la humildad, la fe y el amor para dejarlo obrar como Él quiere.
  3. Nuestro Dios ama de amor exclusivo y quiere ser amado del mismo modo, sólo Él debe reinar en nuestro corazón.

Hoy me ofreceré con todo mi ser al Sacratísimo Corazón de Jesús, haciendo la consagración a Él y reiterándole con fe y humildad, mi amor por Él.

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Vigésimo sexto día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, reposo del alma”

Continuando el tema de ayer, hoy Madre Carmela aconseja lo que ella misma vivía:

sc26Jesús tiene su alma en Sus manos. Por lo tanto se abandone totalmente en Él, con plena confianza y repose tranquilamente en ese Corazón. Esté seguro de todo, desprecie todo; no dé lugar a ninguna ocasión, todo le viene de Dios, porque quiere purificar y perfeccionar su espíritu y modelarlo según sus designios. Se abandone confiado en las manos de la Providencia. (Escritos de la Fundadora, Vol. III, p. 126-127)

La Venerable pareciera aconsejarnos a nosotros:

  1. Como el profeta Isaías, ella recuerda que Dios nos tiene en sus manos, por eso sólo debemos abandonarnos con plena confianza en su Corazón.
  2. Para caminar seguros según la voluntad de Dios, es necesario alejar toda ocasión de tentación o de caída.
  3. El Señor nos purifica y perfecciona a través de la prueba, justamente por este motivo, es bueno abandonarnos aún más en su Providencia.

Hoy haré la experiencia de abandonarme confiadamente en las manos de Dios, de modo que viva las situaciones con paz y serenidad aunque estuviera en el dolor.

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Vigésimo quinto día:sc25

“El Sagrado Corazón de Jesús, sostén en las tribulaciones”

Madre Carmela, en pocos renglones, expresa toda su fe y amor al Sagrado Corazón de Jesús en los momentos difíciles:

El domingo pasado fue para mí un día demasiado amargo por las grandes tribulaciones sufridas, pero yo en el extremo de mi dolor, me abandoné totalmente en Jesús, en su adorable Voluntad; solamente a Él elevé mi corazón y mi mente, quedando toda dentro su Corazón divino, en un total abandono de mi espíritu en los brazos de la divina Omnipotencia. Haciendo así, mi espíritu ha quedado en una gran paz, tranquilidad y seguridad. (Escritos de la Fundadora, Vol. II, pág. 11)

La Venerable nos enseña a través de su actitud:

  1. En el extremo dolor sabe abandonarse totalmente en Jesús, en su Corazón divino, dejándolo obrar sólo a Él.
  2. El don del abandono total en el Corazón de Jesús es la paz, la tranquilidad y la seguridad.

Hoy verificaré cómo enfrento las tribulaciones y luego me abandonaré con fe y amor en el Corazón divino de Jesús, para que Él obre en mí lo que desee.

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Vigésimo cuarto día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, ofendido por los pecados de los hombres”

Escuchemos lo que ha vivido Madre Carmela en el 1903:

sc24Durante la oración continué con tantos sufrimientos morales y físicos que no tenía fuerza para nada. Fui a comulgar en este estado tan doloroso para mi espíritu. Apenas recibí esa Ostia santa y divina, Jesús se acercó a mí, con palabras de indecible amor me decía así: “Estoy obligado a venir otra vez a la tierra y sostener de corazón todas las penas y los dolores, hasta la ignominiosa muerte de cruz por medio de tu alma. Te negarías tú a aceptar este honor al que mi amor quisiera elevarte, eligiéndote como compañera inseparable de mis dolores? Entra un poco en los secretos más íntimos de mi Corazón. (Escritos de la Fundadora, Vol. II, pág. 233)

De este bellísimo testimonio podemos reflexionar:

  1. Es en la oración, sobre todo en la Eucaristía celebrada y recibida con verdadera devoción, que Madre Carmela tiene sus experiencias más íntimas y fuertes con el Señor.
  2. El Señor, cuando encuentra un corazón amante y disponible como el suyo, lo asocia a su pasión, para continuar la obra de redención por los pecados de la humanidad.
  3. ¿Rechazaríamos nosotros de ser compañeros de en los dolores de Cristo? O, como Madre Carmela, ¿nos ofreceremos generosamente para continuar la obra de redención?

Hoy, viviendo con todo el corazón mis momentos de oración, sobre todo la Santa Misa, me ofreceré generosamente al Señor para continuar en la Iglesia, la obra de redención que Cristo ha cumplido.

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Vigésimo tercer día:

“El Sagrado Corazón de Jesús y el misterio de la Encarnación”

Escuchemos un informe espiritual que la Venerable hace a su director:

sc23Me mostró Corazón divino en el momento de su primera aparición en el mundo, es decir en el momento de su nacimiento en la tierra, y me decía así: “Hija dilecta de mi amor, entra en lo más secreto e íntimos penetrales de mi Corazón, allí con templa cómo en mi primera aparición en el mundo  de las tinieblas interiores en las que había estado por nueve meses en el seno de mi purísima e inmaculada Madre, pasé a las tinieblas exteriores del pecado en el que estaba infectado todo el género humano. De aquí a mi dura muerte en cruz que cumplió la obra de la redención y de la salvación. (Escritos de la Fundadora, Vol. IV, pág. 137)

Aquí Madre Carmela nos ayuda a contemplar el misterio de la Encarnación desde otra perspectiva:

  1. Ella contempla el Sagrado Corazón de Jesús durante el tiempo de su gestación como un estado de tiniebla interior, en el que el Verbo Eterno e Infinito del Padre se ha encerrado.
  2. Contempla también su venida en la tierra como un contrasto entre la tiniebla del pecado que envolvía a la humanidad antes de la redención y su luz indecible que tenía como Verbo Encarnado.
  3. Su caminar en la tierra llega a su culmen en la cruz para la salvación de la humanidad.

Hoy yo también contemplaré el grande misterio de la encarnación del Verbo, los sentimientos de su Sagrado Corazón y la obra de la salvación que ha cumplido

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Vigésimo segundo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, sujeto de nuestro apostolado”sc22

A una hija suya, Madre Carmela, escribe estas simples pero profundas palabras:

Aquí está tu Jesús, tu amor, tu todo. Entra en su Corazón Divino, escóndete dentro esa llaga divina, haz de todo para que muchas almas, por medio tuyo, lleguen a habitar allí para vivir sólo de Él, con Él, en todo tiempo de su vida. Reza por mí. (Escritos de la Fundadora, Vol. IV, pág. 181)

De estas sentidas palabras, podemos sacar para nuestra reflexión:

  1. Verdaderamente Jesús es el centro del corazón no sólo de Madre Carmela, sino de sus hijas también, ella quiere que todos lo amen como ella.
  2. En la medida que estaremos injertadas en su Divino Corazón, en su llaga divina, podremos ser reflejo de su amor para que muchos se abran a su gracia.

Hoy pediré la gracia de vivir sólo para Jesús, de morar en su Corazón Santísimo y de ser instrumento de su gracia para los que me rodean.

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Vigésimo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, sede de la justicia, la santidad y la misericordia divina”

Madre Carmela escribe a su confesor, ayudándole en un momento de prueba, e le manifiesta lo que el Señor le ha hecho sentir:sc20

El Amante Señor me decía así (hablaba respecto a usted): “Para que él sea verdaderamente justo ante mí, como hijo queridísimo de mi Corazón, es necesario que sea purificado con la mirada de mi Justicia y Santidad, pero mi misericordia, mi benignidad, mi dulzura, mi amor infinito, templan mucho el rigor de mi divina Justicia. Mi mirada vigilante está orientada siempre a él, guía sus pasos, sostiene la vida, ilumina sus potencias, dirige sus sentimientos, santifica las tendencias de su corazón, frena sus movimientos y endereza su espíritu hacia el sendero de la eternidad. Él, cual siervo fiel, e hijo dulcísimo de mi Corazón, dirija la mirada de su corazón a mí, se abandone totalmente en las manos de mi divina caridad”. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 233)

Estas palabras pueden ser dirigidas a nosotros hoy:

  1. Es necesario pasar por la prueba para que nos hagamos dignos de la justicia y santidad de Dios. Su justicia no pesa, sino que es el sumo bien en el Ser divino y estamos llamados a asemejarnos a Él.
  2. Siempre la justicia de Dios está acompañada por su misericordia, su benignidad, su dulzura y su amor infinito; por este motivo podemos vivir la prueba con más fuerza.
  3. El Corazón dulcísimo de Jesús nos amad con un amor personalizado, único, sigue y guía a cada uno de nosotros de modo que todos alcancemos la meta deseada, sólo debemos abandonarnos a Él.

Hoy trataré de individuar en las pruebas que vivo, la mano divina del Señor, que me sostiene y me transforma según los sentimientos de su Corazón.

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Décimo noveno día:

 “El Sagrado Corazón de Jesús, refugio seguro en la desolación”

Aquí hay una página de Madre Carmela, donde emerge su pequeñez y la grandeza de su fe y su amor: 

sc19El amor de Jesús sea nuestro alimento sobrenatural que nos alimente y nutra cotidianamente, y todos nuestros pensamientos, palabras y acciones sean intintos y empapados por su preciosísimo amor.

En estos tiempos  no se imagina cuánta necesidad experimento de ser aconsejada, dirigida, reconfortada; siento una necesidad tan fuerte que seguido derramo también alguna lágrima a los pies de Jesús, confiándome totalmente en Él y abandonándome completamente en los brazos de su amorosa Providencia, con la plena confianza que Él mismo vendrá a socorrer mi pobre alma, cuando la voz de mi dolor, sofocada por gemidos y suspiros, se hará sensible a su Corazón. Crea también, oh Padre mío, que mientras por un lado, Jesús está conmigo con las inefables finezas de sua amor, con sus dulzuras, con sus favores, con sus gracias divinas, por otro lado no faltan nunca las más terribles tribulaciones. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 265)

De la experiencia de la sierva de Dios podemos recoger la enseñanza para nosotros:

  1. También Madre Carmela experimenta, a veces muy fuerte, la desolación del alma y tiene necesidad de un sostén aun humano, de la palabra de su confesor..
  2. En esos momentos, en vez de desanimarse o perder la calma, ella recurre al Señor, porque sabe que tocará el Corazón de Jesús.
  3. A veces se experimentan momentos de gracia, acompañados por dolores morales o de otro tipo, pero lo importante es vivirlos como Madre Carmela, en la paz y el abandono total en el Corazón de Jesús.

Hoy pediré de saber vivir la prueba con fe y amor como Madre Carmela, y de poder gustar los consuelos divinos con espíritu de gratitud.

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Décimo octavo día:

 “El Sagrado Corazón de Jesús está siempre con nosotros”

La Venerable  Madre Carmela sabe animar, con fe, en los momentos de dificultad: 

sc18Jesús está con usted, por lo tanto descanse tranquilamente en su Corazón divino, con plena y absoluta confianza, duerma en sus paternos brazos, seguro que en los brazos de Jesús tan amante, su alma comenzará con certeza y pasos firmes a caminar por esa senda que lo conducirá directamente al bienaventurado lugar que no tendrá fin nunca. (Escritos de la Fundadora, Vol. IV, págs. 70-71)

Estas palabras pueden ser dirigidas hoy a nosotros:

  1. Madre Carmela habla con total confianza y plena certeza de esta verdad, por eso anima todavía hoy a hacer como ella hacía.
  2. A veces nos falta fe para creer realmente que Jesús está con nosotros, ¡Siempre! Probemos en descansar en su Corazón divino en cada momento de la jornada.
  3. El abandono total y confiado en el Corazón de Jesús nos hará caminar seguros hacia la vida eterna.

Hoy me confrontaré sobre mi fe y confianza que tengo en Dios, luego me abandonaré con todo mi ser en el Corazón divino de Jesús.

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Décimo séptimo día:

 “El Sagrado Corazón de Jesús quita todo temor”

Escuchemos, hoy, lo que escribe Madre Carmela a su confesor acerca de una experiencia vivida en la oración: 

sc17Hoy en la oración Jesús mostrándoseme todo dulzura y amor, me ha dicho: “Dulcísima hija de mi Corazón, ¿qué cosa temes? ¿No ha sido versada toda mi sangre como precio de tu perdón?” Y diciéndome esto salpicaba con esa sangre divina, que salía abundante de su costado abierto, agregando estas palabras: “Esta sangre divina mía te sea prenda de eterna salvación, de amor infinito, de perpetua predilección”. (Escritos de la Fundadora, Vol. IV, pág. 53)

De estas palabras, podemos sacar para nuestro provecho:

  1. Todo temor desaparece a la presencia del Corazón de Jesús que conforta y sana con su sangre, la cual es precio de nuestro perdón.
  2. Es la sangre del costado abierto de Jesús que se convierte en prenda de segura redención para nosotros, de amor infinito y de perpetua predilección, porque ha sido esparcida sólo por amor en la cruz, por nosotros.

Hoy me detendré a meditar y contemplar el valor redentor de la sangre del costado de Cristo.

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Décimo sexto día:

“El Sagrado Corazón de Jesús,  lleno de amor en la Eucaristía”

 Una vez más les presentamos un informe de Madre Carmela a su director espiritual, en el que le manifiesta su unión con Jesús a través de la Eucaristía.

sc16Por lo tanto Él, tomó mi corazón y lo unió al suyo en modo de formar de los dos uno solo, y así transformado, o mejor dicho divinizado, lo ponía nuevamente dentro de mi pecho diciéndome: “La potencia de mi amor atrae a sí tu corazón y lo une todo, lo transforma en mí mismo Corazón, en modo de formar uno solo, una sola cosa, para vivir solamente de mi misma vida, de mí mismo Corazón, de mí mismo amor. Viniendo yo en ti en la Santa Comunión, tú vienes a Mí, y esto por potencia de mi amor, el cual, uniéndome a ti al alimentarte de mis mismas carnes divinas, hace que seas una misma y sola cosa conmigo, te une, te ensimisma, te transforma, te abisma toda en mí, en mí mismo Ser divino”. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 257-258)

Reflexionemos juntos sobre este texto:

  1. Otra vez notamos que es en la Eucaristía, mientras hace la comunión, que Madre Carmela tiene una experiencia fuerte con el Corazón de Jesús.
  2. Esta experiencia se manifiesta en la unión íntima de los corazones de Jesús y de Madre Carmela, al punto que ella siente su mismo amor.
  3. Al alimentarse de su santa Carne, la Sierva de Dios, se ensimisma, se transforma, se abisma en el mismo Ser Divino.

Hoy pediré al Señor la gracia de vivir el momento de la Santa Comunión como una ocasión especial para experimentar la unión del corazón con el Corazón Divino de Jesús.

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Décimo quinto día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, a quien se recurre en la prueba”

Hoy les ofrecemos una carta de la Venerable a una hija suya en crisis:sc15La bendición del Señor y su paz divina desciendan abundantemente en tu alma y le den nuevamente la calma, la tranquilidad, llenándola de santo y divino amor.

He leído tu cartita y quedo completamente al tanto de todo lo que me dices, quédate tranquila de todo, descansa humildemente en la santa obediencia y bajo la mirada de Dios, es más, en su Corazón divino y no temas nada.

Yo vigilo y rezo continuamente por tus necesidades respecto a tu alma, a tus perplejidades, timores, dudas y en general sobre todas tus necesidades, mándalo todo a mí y di con fe al Señor: “Dios mío, sólo quiero tu Voluntad”. Y allí descansa tranquila, sin preocuparte por nada. (Escritos de la Fundadora, Vol. III, pág.233).

¿Qué nos puede decir esta carta de Madre Carmela hoy?

  1. En los momentos de desánimo, perplejidad, prueba, el mejor modo de resistir es ser sinceros con quien ya está más adelante en el camino espiritual, para que nos ayude a ver con más claridad y objetividad. ¡Nunca nos cerremos y queramos resolver las cosas solos!
  2. La Madre se ocupa de corazón de esta hermana en crisis y le asegura su oración, su cercanía, es más, pide a la hermana de dejar todo en sus manos, es decir que se hace cargo totalmente de la crisis de la hermana.
  3. Sabe orientar a la hermana hacia Dios, es más, a su Corazón, para que allí encuentre paz y fuerza en su Voluntad.

Hoy verificaré cómo vivo mis pruebas: ¿en la humildad de quien se confía y se entrega o en la soledad que no quiere pedir ayuda? Y también: ¿Cuando ayudo a los otros, me encargo de corazón de sus inquietudes como Madre Carmela?

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Décimo tercer día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, océano inmenso de amor y dulzura”

La acción de Dios durante la oración, en Madre Carmela, es potentemente eficaz:

sc13En el mismo momento en que me sentí atraer tan vehemente hacia Dios, entendí estas palabras: “Hija mía querida, abandónate libremente en los brazos de mi Providencia, sumérgete y reposa en el océano infinito de mi Corazón, allí serás revestida de nueva gracia y virtud, que te harán  cada vez más conforme a mí, tu modelo y único fin”. Al sentir pronunciar estas palabras mi corazón abundó plenamente de dulzura y de amor de manera extraordinaria. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 132)

Aquí está el fruto de la oración de Madre Carmela, que ahora podemos hacer nuestro:

  1. La Sierva de Dios siente una atracción tan fuerte hacia Dios que no puede quedar indiferente, se deja transportar por la acción divina.
  2. Ella siente que el Señor le ofrece aquello que más deseamos mientras vamos por nuestro camino en la tierra: estar abandonados en los brazos e Dios, descansando en el inmenso océano de su Corazón.
  3. La acción de Dios nos da un profundo amor y dulzura extraordinarios.

Hoy, en la oración, trataré de dejar obrar totalmente al Señor para que me atraiga a Sí y yo pueda descansar en el océano inmenso de su Corazón.  

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Duodécimo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, único objeto de nuestro amor”

La Venerable Madre Carmela, nos comparte algo muy personal que puede ayudarnos en nuestras jornadas:

sc12Hoy, hacia las cuatro p.m. estaba sentada, con la mente y el corazón orientados siempre al único objeto de todo mi amor, ofreciendo a Él todas mis penas, mis sufrimientos, mi vida, mi voluntad, en una palabra toda mí misma, implorando al mismo tiempo a su Corazón, todas aquellas gracias que se requieren para hacer de mí Su perfecta amante, una víctima digna de amor, en fin, una copia perfectísima de este Divino Modelo. (Escritos de la Fundadora, Vol. II, pág. 79)

Reflexionemos juntos:

  1. Aun durante la jornada, so sólo cuando reza, Madre Carmela dirige su corazón al único objeto de su amor: el Corazón del Verbo Encarnado.
  2. Su obrar se convierte en un continuo ofrecimiento de sí misma, pidiendo también las gracias para ser una perfecta amante, una víctima digna de amor y una copia fiel de Jesús.
  3. En el ofrecimiento, Madre Carmela dona todo, no sólo las cosas bellas, sino también sus penas y sufrimientos, es decir, no se deja nada para sí, ya todo pertenece a Él.

Hoy pediré la gracia de tener como único objeto de mi amor el Sagrado Corazón del Verbo Encarnado, es decir sólo Jesús y de ofrecerme con generosidad para ser una copia fiel de Él que se ofreció al Padre por nosotros.

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Undécimo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús dona su Corazón a Madre Carmela”

En un arrebato de amor total, Madre Carmela Prestigiacomo relata a su confesor una experiencia espiritual muy fuerte:

sc11Yo me siento toda renovada en el espíritu, siento de ser totalmente de Jesús, de vivir sólo para Él y con Él; sólo su amor reina en mis sentimientos, sólo su honor, su gloria es mi interés. Cuando me daba este nuevo corazón el amable Jesús me decía así: “Te doy un corazón similar al mío, es más, mi mismo corazón; con este corazón tú me amarás, con este corazón tú vivirás una vida de amor; te he elegido como compañera de mis dolores, de ahora en adelante te asociaré a mis penas, a mis angustias, a mis tristezas que continuamente sufro en el Sacramento de mi Amor, donde soy por la mayor parte de los hombres olvidado, ultrajado, despreciado. Compartiré contigo todas estas penas mías y tú aliviarás con tu amor mi desolado Corazón y repararás lo que no reconocen los demás”. (Escritos de la Fundadora, Vol. III, págs. 48-49)

Tratemos de entender juntos el sentido de estas palabras:

  1. Madre Carmela inicia declarando su estado espiritual y psicológico: ella vive sólo para Jesús y con Jesús, su gloria es su único interés; es decir que ha llegado a olvidarse de sí misma para dar espacio sólo a Dios. Esto nos hace recordar lo que decía San Pablo: “no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí”.
  2. El estado en que vive la Sierva de Dios es posible gracias a que el Señor le ha donado un nuevo corazón, es más, su mismo corazón, aquí está la grandeza de Dios que se baja hasta las creaturas y nos transforma en él.
  3. La unión de los corazones llevará a Madre Carmela a ser compañera también en el sufrimiento, no porque Jesucristo pueda sufrir todavía, sino que, en el sentido paulino, ella completa en su cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo, por los pecados de los hombres, sobre todo en el Sacramento de la Eucaristía.

Hoy pediré al Señor de darme un corazón similar al suyo, para no vivir más para nosotros mismos, sino sólo para Él y así tener el coraje de estar pronto para reparar todas las ofensas que sufre, especialmente en el Sacramento del Amor.

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Décimo día:

“El Sagrado Corazón de Jesús, único fin del alma”

La Venerable Madre Carmela escribe a una hija espiritual animándola y mostrándole el Corazón de Cristo como único fin de su vida:

sc10Ten siempre fija la mirada en Dios y obra según su beneplácito divino. Mantente siempre estrechada a Jesús y Él será tu consolador, tu amigo fiel, tu consejero, tu divino amante, tu todo, tu vida.

Ánimo y adelante, siempre adelante, sin volverte nunca atrás. Sigue a Jesús con la cruz en la espalda, ámalo mucho y en su amor encontrarás la fuerza para cualquier sacrificio.

Te bendigo y te dejo dentro de aquel Corazón Divino. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 14)

Esta carta nos sirve hoy todavía:

  1. La fe  me debe llevar a tener como único fin en mi vida a Dios solamente, y a obrar sólo para complacerle.
  2. Manteniéndonos unidos a Él, Él será todo para nosotros: nuestro consolador, nuestro amigo fiel, nuestro consejero, nuestro amante divino.
  3. La unión con Jesús nos debe llevar a mirar siempre hacia el futuro, sin volver la mirada atrás, o lo que es peor: sin volver atrás nunca. Lograremos mantenernos siempre fieles sólo en su amor y unidos a su cruz.

Hoy me ofreceré con todo el corazón a Jesús para que sea él el único centro y fin de mi vida y le pediré de donarme las gracias necesarias para mantenerme siempre fiel a Él.

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Noveno día:

El Sagrado Corazón de Jesús, un jardín de gracias para sus elegidos”

La Venerable Madre Carmela