Las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado, las Hijas de la Madre Carmela y todas las personas cercanas al Instituto que ella fundó, son iluminadas por el Espíritu Santo y por ella misma, primera custodia del Carisma fundacional, entonces el carisma se vuelve participativo, se extiende a una misión compartida en la Iglesia y en la sociedad actual.
Agradecemos a la Divina Providencia por el don de nuestra Venerable Fundadora Madre Carmela que hasta hoy cada una, después de 137 años de fundación, sigue siendo Luz en la estela del Evangelio.