Asamblea anual en la Provincia italiana

En Palermo se ha realizado el día 31 de Octubre, en la Casa Madre, la segunda Asamblea de la Provincia Italiana María Sma. de la Anunciación, para la entrega de la Programación Anual.

El tema “Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio a todas las creaturas” (Mc. 16,15) “Crecer en el ardor apostólico para reparar los nuevos males sociales” ha sido presentado por la Revda Superiora provincial Hna. Maria Romana Germaniay por el Revdo Sac. Mimmo Napoli, sacerdote orionino. Comentando el texto del Evangelio ha sido remarcada la unión entre las apariciones de Jesús a sus discípulos que están juntos, están reunidos y es en este estar juntos que el Maestro se les aparece y les llama la atención por su dureza de corazón, pero no los pune, sino que se DONA, da nueva confianza y les ayuda a mirar en profundidad, a no quedar sepultados en el BARRO de la degradación del hombre, de todos los tiempos, en todos los niveles y en todas las formas.

Nuestra vocación es la del explorador, aquella de quien explora en el horizonte la Esperanza. Estamos llamadas a convertirnos en profesionales de la mirada, ver más allá de las apariencias. El entrenamiento cotidiano con la Palabra purifica la mirada y la hace experta para descubrir la presencia de Dios, aquí y ahora, donde los demás ven sólo barro. Dios reina también en el gris de la historia.

Algunos signos han contribuído a construir un clima de oración y recogimiento, seguidamente damos la explicación:

simboloas

Las manos de Dios, que han plasmado y hecho la Tierra (Globo terráqueo y alfombra de tierra), y su Espíritu que desde adentro le dan vida, la iluminan y la guían (luz). La Tierra es amada y es en esta Tierra que el Verbo se ha hecho carne (Biblia), continúa a encarnarse y ama apasionadamente al hombre hasta morir para redimirlo del mal (Cruz y tarjetas con los males sociales). El hombre está llamado a recibir con gratitud este don de Dios y a responder recorriendo el camino inverso, es decir, a vivir su dignidad de hijo de la Luz. El Bautismo (jarra con agua), la Fe (lámpara encendida), el camino del seguimiento (sandalias) indican que sólo en el encuentro cotidiano y personal con el Señor que es Amor (rosa roja) podemos hacer nuestros los sentimientos del Corazón de Cristo y vivir en este mundo, junto a los otros, reparando, haciéndonos cargo, proximidad con los que encontramos, reparando los males sociales para que todos seamos ayudados a alcanzar el verdadero conocimiento, desenmascarando el ENGAÑO, obra sutil del Divisor y a vivir como hijos de Dios. La cuerda quiere espresar el vínculo fuerte con el que debemos estar unidos al Dios viviente, porque sin Él no podemos hacer absolutamente nada.