En el Bautismo se dignó a elevarme: hija, esposa y discípula- misionera.
“El triple llamado”
Bastó esperar el tiempo de Dios en mi vida para comprender el por qué de su demora. Soy la Hna. Juliana Nascimento Garcia, hija de Júlio Cardoso Garcia y Ana Maria do Nascimento Garcia. Tercera hija de este matrimonio, mi hermana mayor ya se encuentra en la gloria del Padre, se llamaba Raquel, mi hermano Juliésio es el que sigue y yo soy la menor. Nací en el estado de Rondônia en una pequeña y lejana ciudad llamada Machadinho D’Oeste, lugar distante a los ojos humano, pero cercano a los hojos de Dios que me miró me llamó.
Un día para conmemorar…. día de fiesta, encuentro, alegría, marcado por una gran inquietud en lo más profundo de mi ser; tenía apenas 16 años de edad …
Era el 04 de febreo de 2003, en una mañana distinta a las otras, en la capilla de São João Batista yo era bautizada. Conciente de tan grande gracia que el Señor realizaba en mi vida, sentía en lo más profundo de mí el deseo de entregar mi vida a Cristo por medio de la consagración religiosa.
En ese mismo día el amado Señor se me presentó no solamente con la gracia del Sacramento del Bautismo, sino también con la gracia del Sacramento de la Primera Comunión y la confirmación del don de la vocación, respondida en ese momento con un llamado específico: “anunciar a Cristo y hacerlo conocer y amar por todos los hombres”. En ese mismo día una profunda inquietud me invadió: ¿Por qué no ser consagrada? Allí mismo se hacía presente el apelo y la respuesta, pues las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado habían llegado desde hacía poco tiempo a esa ciudad y estaban presentes durante la celebración Eucarística de mi bautismo.
Ante tantas gracias que el Señor me concedió en esa mañana, un grande deseo alimentaba mi alma, el deseo de no pertenecerme más a mí misma, sino a Aquel que se dignó a convertirme en su hija y que me llamaba también a ser esposa, o sea “Consagrada” para anunciar su reino (discípula – misionera). Esa mañana, mientras recibía el don de la Eucaristía yo entregaba al Señor toda mi vida, en la oración decía: “seré tu consagrada, Señor”. Esa era la única certeza que tenía en ese momento, la de ser consagrada. No me quedaban dudas, el deseo de anunciar a Jesucristo, principalmente a aquellos que todavía no lo conocen, como yo misma no lo conocía.
Depues de algunos meses de acompañamiento vocacional, y decidida por lo que sentía en lo más profundo de mí, entré en la Congregación de las Hnas. del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado el 10 de julio de 2003 en la ciudad de Machadinho. Mi entrada se caracterizaba por una gran emoción y alegría ante tan precioso misterio que no se comprende con la razón humana pues es sólo una experiencia de fe.
El 1 de febrero de 2004 inicié el Aspirantado en esa misma comunidad, con el deseo de amar y donarme a Cristo por medio de la vida de oración.
El 4 de abril de 2005 fui admitida al Postulantado en la comunidad de Cacaulândia-Ro, y el año siguiente fui a Curitiba (sur de Brasil) para continuar la formación. Fue un tiempo de gracia, de autoconocimiento y de profundas experiencias del amor y la misericordia de Dios que me amó y me llamó.
Sintiendo cada vez más en mi ser el deseo de consagrarme a Dios inicié el Noviciado el 11 de febrero de 2007. Fue un tiempo precioso de constantes descubrimientos y experiencias que me enriquecieron profundamente en mi camino humano y espiritual. Agradezco a la Trinidad por haberme hecho experimentar su profunda misericordia en este tiempo de gracia.
Así el Señor me fue preparando para la verdadera entrega a Él, mediante la consagración el día 1 de marzo de 2009, cuando hice ante Dios y la comunidad que estaba presente, mis primeros votos. El sentimiento que brotaba dentro de mí era de tanta alegría que no cabía dentro, era como que si se desbordase, era de hecho, como si estuviese experimentando las dulzuras de tamaño DON recibido en mi “Consagración”.
Hna. Juliana Nascimento Garcia- S.C.V.E