Hola queridos, con mucha alegría queremos hacerlos partícipes de nuestra experiencia de comunión, vivida del 15 al 19 de septiembre en Roma, Italia. El encuentro mundial para jóvenes consagrados y consagradas, con el título “Despierten el mundo”. Profecía – Evangelio – Esperanza, que nos ha regalado momentos de intensa fraternidad, puesta en común y, sobre todo, tantas ganas de caminar junto al encuentro del Señor y a los hermanos. La vigilia de oración del día 15, celebrada en la plaza de San Pedro y presidida por el Arzobispo Secretario S.E. José Rodriguez Carballo, nos ha ayudado a abrir nuestro corazón para recibir los dones de Dios, en particular el don de re-encender constantemente el fuego del amor a Cristo mediante una profunda comunión con Él, para reavivar nuestra donación incondicionada al Señor. El Arzobispo nos ha dejado tres palabras, que con gusto les compartimos:
¡Ánimo, sean fuertes!
¡Perseveren: sean fieles!
¡Den frutos, despierten el mundo!
Durante los varios momentos tenidos en el aula Paolo IV, en los talleres que se han realizado en las parroquias y congregaciones y en las caminatas de la tarde hemos experimentado la belleza y el gusto de ser discípulos de Jesús en nuestra específica vocación de consagradas en las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado. Es muy lindo y estimulante, aunque cueste, ser llamados hoy a construir la vasija de la comunidad, de la vida fraterna, creciendo personalmente y comunitariamente, en el seguimiento de Jesús y de los Fundadores, para ser “signo vivo” a la cultura de nuestros tiempos.
Las palabras de Papa Francisco han sido un bálsamo saludable para todas nosotras y los invitamos a ver el video de la Audiencia del día 17 y todos los otros videos y, proximamente, las conferencias de todos los encuentros en los idiomas principales, conectándose al sito: http://giovaniconsacrati.chemin-neuf.fr/?lang=es
Maria, la Virgen fiel y Madre del Verbo Encarnado, sostenga nuestro camino y nos ayude en todas las circunstancias de la vida.
Hna. Sidneia, Hna. Rosa Maria y Hna. Anna