Ánimo entonces y tranquilamente déjese guiar por esa mano divina por aquella senda que seguramente lo conducirá a la Patria bienaventurada. No dude que Jesús está con usted y siempre estará con usted, será su premio, su bienaventuranza.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Mi intelecto, irradiado
por la luz de tu divina inteligencia,
sobrepasa todas las
ciencias humanas
y llega hacia Ti.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Aquello que más en aquel instante tocaba, o para decir mejor, elevaba mi intelecto en una comprensión más íntima, era la visión de todos los sufrimientos pasados, presentes y futuros que el divino Corazón de Jesús experimenta por la ingratitud de los hombres y al mismo tiempo el amor y la generosidad infinita con la que se ofrece continuamente a su eterno Divino Padre por toda la humanidad.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Yo me declaro, con la gracia del Señor, pronta y dispuesta a todo lo que querrá hacer en mí y de mí para mi santificación, para el bien de los demás, para la gloria de Dios.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Adore profundamente su Santísima Voluntad y supla a esto [tiempo para la oración] teniendo continuamente su corazón y su mente unidos a Dios, de modo que aún trabajando, estudiando, su espíritu esté en continua oración.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Por ello, atraído a Sí mi espíritu, con las más dulces atracciones del amor, me decía así: “Hija, abandónate toda en los brazos de mi Paterna caridad. Yo soy Aquel que derribo para levantar, que hiero para sanar, pon en Mí toda tu confianza, toda tu confidencia, todo tu amor, y vive segura que no te faltará nunca mi ayuda, mi asistencia, mi especial predilección.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Amor con amor se paga, pero mi amor es demasiado débil, es lánguido, es bien poca cosa en comparación con el amor de mi Jesús, entonces yo haré de mi amor el suyo y corresponderé con su mismo amor, con su mismo Corazón.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Me hacía ver además cómo Él, cual Padre amoroso y divino, estaba continuamente junto a usted, sosteniendo con su gracia y con su amor su debilidad y fragilidad.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
Eleva tu corazón, tu mente hacia mí, único verdadero Bien, yo he estado contigo en los momentos más terribles de tu sufrir, pero me he escondido detrás de un velo para conformarte más en la fe y en el amor.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)
La paz de Dios,
su divina gracia
y su celestial amor
aclaren siempre más
el sendero por el que su espíritu
se ha encaminado.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)