“Aquí está la esclava del Señor,
se cumpla en mí tu voluntad”.
Camina siempre bajo el auxilio de estas palabras,
ponlas continuamente en práctica;
sé siempre y en toda ocasión la sierva inmutable
de aquel Dios que te ha llamado a seguirlo.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)