Mes en honor del Sagrado Corazón de Jesús
Vigésimo día:
“El Sagrado Corazón de Jesús, sede de la justicia, la santidad y la misericordia divina”
Madre Carmela escribe a su confesor, ayudándole en un momento de prueba, e le manifiesta lo que el Señor le ha hecho sentir:El Amante Señor me decía así (hablaba respecto a usted): “Para que él sea verdaderamente justo ante mí, como hijo queridísimo de mi Corazón, es necesario que sea purificado con la mirada de mi Justicia y Santidad, pero mi misericordia, mi benignidad, mi dulzura, mi amor infinito, templan mucho el rigor de mi divina Justicia. Mi mirada vigilante está orientada siempre a él, guía sus pasos, sostiene la vida, ilumina sus potencias, dirige sus sentimientos, santifica las tendencias de su corazón, frena sus movimientos y endereza su espíritu hacia el sendero de la eternidad. Él, cual siervo fiel, e hijo dulcísimo de mi Corazón, dirija la mirada de su corazón a mí, se abandone totalmente en las manos de mi divina caridad”. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 233)
Estas palabras pueden ser dirigidas a nosotros hoy:
- Es necesario pasar por la prueba para que nos hagamos dignos de la justicia y santidad de Dios. Su justicia no pesa, sino que es el sumo bien en el Ser divino y estamos llamados a asemejarnos a Él.
- Siempre la justicia de Dios está acompañada por su misericordia, su benignidad, su dulzura y su amor infinito; por este motivo podemos vivir la prueba con más fuerza.
- El Corazón dulcísimo de Jesús nos amad con un amor personalizado, único, sigue y guía a cada uno de nosotros de modo que todos alcancemos la meta deseada, sólo debemos abandonarnos a Él.
Hoy trataré de individuar en las pruebas que vivo, la mano divina del Señor, que me sostiene y me transforma según los sentimientos de su Corazón.