Mes en honor del Sagrado Corazón de Jesús
Octavo día:
“El Sagrado Corazón de Jesús dona su gracia a quien se da a Él con generosidad”
Madre Carmela Prestigiacomo en la Santa Comunión, vive una fuerte experiencia de Dios y de sí misma, esto la lleva a elevar a Dios su oración:
Hoy, al comulgar, concebí más que otras veces, sentimientos de humildad, vi con más claridad mi nada, mi miseria, mi falta de correspondencia, mis defectos, mis imperfecciones, me humillé profundamente ante Dios y con el corazón traspasado por el dolor dije al Amoroso Jesús: “¿Cómo, Jesús mío, te bajas tanto para venir a mí, que soy tan abominable a tus ojos? Y no sólo te donas totalmente a mí como alimento y bebida, sino que todavía me das todos tus favores, tus dones, tus gracias, tu amor, ¿a mí que soy la creatura más vil e ingrata a tus beneficios, a tus gracias? Y Jesús, a su vez, toda bondad y misericordia me respondió así: “Tú te has dado toda a mí sin reservas, y yo de mi parte me he hecho todo tuyo con mis dones, con mis gracias, con mis carismas. Vive de mí mismo y propaga mi amor”. (Escritos de la Fundadora, Vol. I, pág. 139)
Reflexionemos con Madre Carmela:
- En la Santa Comunión no sólo contemplamos la grandeza misericordiosa de Dios, sino también nuestra verdad más profunda, nuestro nada frente a su grande misterio.
- El Señor no sólo se da todo a nosotros en la Eucaristía, lo hace también con sus dones y favores. ¡Cómo no reconocer su divina providencia en esto!
- Jesús, que es toda bondad y misericordia, acepta con agrado nuestro ofrecimiento generoso y nos pide todavía de propagar su amor y de continuar a vivir de Él.
Hoy en la oración recordaré todos los dones y favores que el Señor continuamente me da y me ofreceré generosamente a Él, a fin de que el reino de su divino amor se establezca en todo el mundo.