Pensamiento del día 21 de mayo de 2020
adoraba con profunda deferencia la altísima Majestad de Dios,
admirando con gran estupor su infinita bondad
hacia la más vil e ingrata de sus creatruras…
y Jesús, por su bondad y misericordia, me atrajo a Sí con la fuerza de su amor.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)