Pensamiento del día 31 de diciembre de 2020
Con tal que se cumpla en mí la divina Voluntad, esta es mi sola ambición, todo el resto lo dejo a los pies de Jesús, Él solamente debe ser el testigo de mi padecer. Su amor solamente yo pido y seré enteramente satisfecha.
(Venerable Carmela Prestigiacomo)