Espacio de la Espiritualidad

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Triduo de la Anunciación del Señor

marzo 22nd, 2020 Posted in Novenas y Triduos

1º Día: Fuente de la salvación

anunciacion1G/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/. Amén

Canto inicial

Oración inicial

Oh María, la luz de tu fe

disipa las tinieblas de mi espíritu;

tu profunda humildad se sustituya a mi orgullo;

tu sublime contemplación, ponga freno a mis distracciones;

tu mirada constante en Dios, llene mi mente de su presencia;

los incendios de caridad de tu corazón,

dilaten y enciendan el mío, tan tibio y frío;

tus virtudes tomen el lugar de mis pecados;

tus méritos sean mi adorno ante el Señor.

En fin, querida y dilecta Madre, haz si es posible,

que yo no tenga otro espíritu que el tuyo

para conocer Jesucristo y su voluntad;

que yo no tenga otra alma que la tuya

para alabar y glorificar al Señor;

que yo no tenga otro corazón que el tuyo

para amar a Dios con amor puro y ardiente como Tú.

Amén[1]

G/. A causa de Eva se cerró la puerta del cielo;

T/. se reabre a nosotros por María, la Madre del Señor.

1º Lect.: Del Libro de la Génesis (3,15)

15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”.

Pausa de reflexión

Responsorio breve

G/. Dios la eligió y la predestinó

T/. Dios la eligió y la predestinó

G/. La hizo morar en su templo santo

T/. Y la predestinó

G/.  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

T/. Dios la eligió y la predestinó

2º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

En 1885 y precisamente la noche que precede la fiesta de la maternidad de María, estando, como de costumbre, en oración y contemplando la grandeza a la cual fue sublimada la Santísima Virgen al haber sido elegida Madre de Dios, gozaba mucho al mirar la altísima dignidad a la cual fue elevada por Dios y mi intelecto extraordinariamente se espaciaba en la contemplación de tan alto y sobrehumano misterio[2].

Pausa de reflexión

G/: Oremos

Oh Dios Padre bueno, que en María, primogénita de la redención, nos has dado una Madre de inmensa ternura, abre nuestros corazones a la alegría del Espíritu, y haz que a imitación de la Virgen aprendamos a magnificarte por la maravillosa obra realizada en Cristo tu Hijo. Él es Dios, y vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Canto final

[1] San Luis M. Grignon de Monfort

[2] Vol. I, págs. 104-105, Informe espiritual a Don Emmanuele Calí, 1895.

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Triduo a San José

marzo 18th, 2020 Posted in Novenas y Triduos

3º día: José, Patrono de la Iglesia

Introducción

san jose3Queremos concluir estos tres días de oración y reflexión sobre la figura de José destacando su papel de patrono y custodio de la Iglesia universal y de nuestro Instituto en particular: a él confiamos nuestra Familia Religiosa, cada una de nosotras y nuestras vocaciones.

Oración inicial

G/.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

G/.Adoremos a Cristo, Hijo de Dios.

T/.Que quiso ser llamado hijo de José.

G/.Adoremos a Jesús, nuestro Salvador

T/.Cuya Madre, María, fue esposa de José.

G/.La sabiduría de Dios recompensa la fatiga de los justos.

T/.Y siempre acompaña a los que esperan en Él.

Salmo 84: Un día en tus atrios vale más que mil en otra parte

(Rezado o cantado)

2 ¡Qué amable es tu Morada,

Señor del universo!

3 Mi alma se consume de deseos

por los atrios del Señor;

mi corazón y mi carne

claman ansiosos por el Dios viviente.

4 Hasta el gorrión encontró una casa,

y la golondrina tiene un nido

donde poner sus pichones,

junto a tus altares

Señor del universo, mi Rey y mi Dios.

5 ¡Felices los que habitan en tu casa

y te alaban sin cesar!

6 ¡Felices los que encuentran su fuerza en ti

al emprender su peregrinación!

7 Al pasar por un valle árido,

lo convierten en un oasis;

caen las primeras lluvias,

y lo cubre de bendiciones;

8 ellos avanzan con vigor siempre creciente

hasta contemplar a Dios en Sión.

9 Señor del universo, oye mi plegaria,

escucha Dios de Jacob;

10 protege Dios, a nuestro Escudo,

y mira el rostro de tu Ungido.

11 Vale más un día en tus atrios

que mil en otra parte;

12 yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios

antes que vivir entre malvados.

13 Porque el Señor es sol y escudo;

el Señor da la gracia y la gloria,

y no niega sus bienes

a los que proceden con rectitud.

14 ¡Señor del universo,

feliz el hombre que confía en ti!

1º Lect.: De la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos

Llamado a ser el Custodio del Redentor, “José… hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer” (Mt 1,24). Desde los primeros siglos, los Padres de la Iglesia, inspirándose en el Evangelio, han subrayado que San José, al igual que cuidó amorosamente de María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege a su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo.

Con profunda alegría cumplo este deber pastoral, para que en todos crezca la devoción al Patrono de la Iglesia universal y el amor al Redentor, al que él sirvió ejemplarmente.

Considero, en efecto, que el volver a reflexionar sobre la participación del Esposo de María en el misterio divino consentirá a la Iglesia, en camino hacia el futuro junto con toda la humanidad, encontrar continuamente su identidad en el ámbito del designio redentor, que tiene su fundamento en el misterio de la Encarnación.

Precisamente José de Nazaret “participó” en este misterio como ninguna otra persona, a excepción de María, la Madre del Verbo Encarnado. Él participó en este misterio junto con ella, comprometido en la realidad del mismo hecho salvífico, siendo depositario del mismo amor, por cuyo poder el eterno Padre “nos predestinó a la adopción de hijos suyos por Jesucristo” (Ef. 1,5)[1]

Pausa de reflexión

Oración dialogada

G/. Para que cada comunidad cristiana, por intercesión de San José, Esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal sienta la presencia de tu Espíritu que la precede y la acompaña a lo largo del camino,

T/. Reúnenos en la unidad de tu amor.

G/. Para que cada una de nosotras esté dispuesta a reconocer tu Voluntad totalmente concientes que Tú eres el Dios fiel y velas en pro del rumbo del mundo a través de las generaciones,

T/. Ayúdanos a creer en la fuerza de tu amor.

G/. Para que el hombre que trabaja, a ejemplo de San José, descubra nuevamente la dignidad de su vocación y promueva los valores de la justicia y de la paz,

T/.Danos la fuerza de creer y de esperar siempre en Ti.

G/. Para que los papás y las mamás, en la asidua meditación de la Palabra de Dios y en la oración común, alimenten en los hijos el amor y la familia se convierta en una, “pequeña Iglesia”,

T/. Concédeles de vivir en la unión y en el amor.

G/. Por todos los consagrados, especialmente por cada una de nosotras, Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado, para que por intercesión de San José nos comprometamos en buscar y actuar el Proyecto de Dios para ser testigos eficaces de la centralidad de Cristo en un mundo que camina en las tinieblas del egoísmo y la soberbia,

T/. Haznos testigos de tu amor en este mundo.

G/: Oremos

Dios de los patriarcas y de los profetas, que en San José has dado a tu Iglesia un signo de tu paternidad, vela sobre tus hijos, para que a través de las alegrías y las pruebas, reconozcan siempre tu voluntad, colaborando a la obra de la redención. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

[1] San Juan Pablo II, Redemptoris Custos, n.1

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Triduo a San José

marzo 17th, 2020 Posted in Novenas y Triduos

2º día: Hombre dócil al proyecto de Dios

Introducción

san jose2Pidamos en este segundo día de Triduo de ser siempre dóciles a la acción del Espíritu en nosotros para adherir constantemente y en toda circunstancia al Proyecto de Dios en nosotros.

Oración inicial

G/.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

G/.Adoremos a Cristo, Hijo de Dios.

T/.Que quiso ser llamado hijo de José.

G/.Adoremos a Jesús, nuestro Salvador

T/.Cuya Madre, María, fue esposa de José.

G/.La sabiduría de Dios recompensa la fatiga de los justos.

T/.Y siempre acompaña a los que esperan en Él.

Salmo 119: En tu voluntad está mi alegría

(Rezado o cantado)

1 Felices los que van por un camino intachable,

los que siguen la ley del Señor.

2 Felices los que cumplen sus prescripciones

y lo buscan de todo corazón,

3 los que van por sus caminos,

sin hacer ningún mal.

4 Tú promulgaste tus mandamientos

para que se cumplieran íntegramente.

5 ¡Ojalá yo me mantenga firme

en la observancia de tus preceptos!

6 Así no sentiré vergüenza

al considerar tus mandamientos.

7 Te alabaré con un corazón recto,

cuando aprenda tus justas decisiones.

8 Quiero cumplir fielmente tus preceptos:

no me abandones del todo.

9 ¿Cómo un joven llevará una vida honesta?

Cumpliendo tus palabras.

10 Yo te busco de todo corazón:

no permitas que me aparte de tus mandamientos.

11 Conservo tu palabra en mi corazón

para no pecar contra ti.

12 Tú eres bendito, Señor:

enséñame tus preceptos.

13 Yo proclamo con mis labios

todos los juicios de tu boca.

14 Me alegro de cumplir tus prescripciones,

más que de todas las riquezas.

15 Meditaré tus leyes

y tendré en cuenta tus caminos.

16 Mi alegría está en tus preceptos:

no me olvidaré de tu palabra.

1º Lect.: De la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos

También el trabajo de carpintero en la casa de Nazaret está envuelto por el mismo clima de silencio que acompaña todo lo relacionado con la figura de José. Pero es un silencio que descubre de modo especial el perfil interior de esta figura. Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que José “hizo”; sin embargo permiten descubrir en sus “acciones”, ocultas por el silencio, un clima de profunda contemplación. José estaba en contacto cotidiano con el misterio “escondido desde siglos” que “puso su morada” bajo el techo de su casa. Esto explica, por ejemplo, por qué Santa Teresa de Jesús, la gran reformadora del Carmelo contemplativo, se hizo promotora de la renovación del culto a san José en la cristiandad occidental.

El sacrificio total, que José hizo de toda su existencia a las exigencias de la venida del Mesías a su propia casa, encuentra una razón adecuada “en su insondable vida interior, de la que le llegan mandatos y consuelos singularísimos, y de dónde surge para él la lógica y la fuerza propia de las almas sencillas y limpias para las grandes decisiones, como la de poner enseguida a disposición de los designios divinos su libertad, su legítima vocación humana, su fidelidad conyugal, aceptando de la familia su condición propia, su responsabilidad y peso, y renunciando, por un amor virginal incomparable, al natural amor conyugal que la constituye y alimenta.

Esta sumisión a Dios, que es “prontitud de voluntad” al dedicarse a las cosas que se refieren a su servicio, no es otra cosa que el ejercicio de su devoción, la cual constituye una de las expresiones de la virtud de la religión[1]

Pausa de reflexión

Oración dialogada

G/.José, que has sabido aceptar con confianza los planes de Dios y has ejecutado todos sus deseos,

T/. Ayúdanos a aceptar con alegría su voluntad

G/.San José, casto con Jesús casto, pobre con Jesús pobre, obediente al Padre como Jesús fue obediente,

T/. Consíguenos la misma fidelidad y pureza de corazón con la que tú has sido animado.

G/.José, que en el ofrecimiento total de ti mismo has vivido con Cristo y por Cristo una vida inspirada en la gran confianza al Padre,

T/. Alcánzanos la misma confianza e intimidad que has vivido con Jesús.

G/.José, que has aceptado la obediencia al Padre con espíritu de fe, y recibido en don al mismo Hijo de Dios,

T/. Enséñanos a tener un corazón abierto y contemplativo para que nuestra acción sea expresión iluminadora de nuestra obediencia filial al Proyecto de Dios en nosotros.

G/.José, que con María, has participado en modo singular al Misterio de la Encarnación,

T/. Custodia en los consagrados la gracia de la vocación y concédeles el don de la perseverancia.

G/: Oremos

Oh Señor, que nos has renovado con tu don haz que, a ejemplo de San José, hombre justo y fiel, caminemos delante de Ti en la senda de la santidad y de la justicia. Por Cristo nuestro Dios. Amén.

[1] San Juan Pablo II, n. 25-26

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Triduo a San José

marzo 16th, 2020 Posted in Novenas y Triduos

1º día: Hombre de fe

Introducción

san joseReflexionando sobre la fe de José, en este primer día, pidamos su intercesión para que el Señor la acreciente cada vez más en nosotras.

Oración inicial

G/.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

G/.Adoremos a Cristo, Hijo de Dios.

T/.Que quiso ser llamado hijo de José.

G/.Adoremos a Jesús, nuestro Salvador

T/.Cuya Madre, María, fue esposa de José.

G/.La sabiduría de Dios recompensa la fatiga de los justos.

T/.Y siempre acompaña a los que esperan en Él.

Salmo 23: Canto de confianza

(Rezado o cantado)

1 El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

2 Él me hace descansar en verdes praderas,

Me conduce a las aguas tranquilas

3 Y repara mis fuerzas.

Me guía por el recto sendero.

Por amor de su Nombre.

4 Aunque cruce por oscuras quebradas,

no temeré ningún mal,

porque tú estás conmigo:

tu vara y tu bastón me infunden confianza.

5 Tú preparas ante mí una mesa,

frente a mis enemigos;

unges con óleo mi cabeza

y mi copa rebosa.

6 Tu bondad y tu gracia me acompañarán

a lo largo de mi vida;

y habitaré en la Casa del Señor

por muy largo tiempo.

1º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

Me hizo entender, una vez más, cómo en la creación Dios le dio al hombre la mujer como compañera y sujeta a él, ella en el orden de la naturaleza debía ser de ayuda al hombre de modo que, aunadas sus fuerzas, debían servir para la propagación de género humano. En el orden de la gracia, en cambio, ha dispuesto que llamada la mujer a la alta misión según los designios del Altísimo, el hombre le sea de ayuda, compañero y guarda de los secretos de Dios en el cumplimiento de su Voluntad sobre la tierra. Así fue para María Santísima, ella que, elevada a la estatura de Madre de Dios para lo que fue destinada, tuvo a José por compañero, ayuda y guarda de los secretos del Altísimo que se tenían que cumplir tan admirablemente en ella. Él me hizo ver como San José, llamado por el mismo Dios, porque era hombre justo y puro, a ser guardián y testigo de los secretos del Altísimo que debían cumplirse en María, también fue probado por Dios en su fidelidad. Pero en la perplejidad de abandonar a su pura novia, él se encomendó totalmente en las manos de Dios, sólo a Él pidiendo la solución de aquella duda y aquella angustia, que mucho le torturó el alma, no queriendo decidir con su juicio tan grave asunto. Y fue entonces que Dios para premiar su confianza en Él y la desconfianza de sí mismo, le mandó un ángel a alentarlo a no temer de nada, tomando a María por su casta esposa[1].

Pausa de reflexión

Oración dialogada

G/.Señor, que has querido confiar los inicios de nuestra redención a la custodia atenta de San José, por su intercesión,

T/. Concede a tu Iglesia de cooperar fielmente al cumplimiento de la obra de salvación

G/.Señor, que has elegido a José, hombre justo, para que estuviese como esposo al lado de la bendita entre todas las mujeres,

T/. Concede a los cónyuges cristianos de edificarse recíprocamente en la santidad.

G/.Oh José, que en el ofrecimiento total de ti mismo has vivido con Cristo y por Cristo una vida inspirada en la gran confianza al Padre,

T/. Ruega a Jesús para que también nosotros tengamos la misma confianza e intimidad que has vivido tú.

G/.Señor, que mediante el ángel has manifestado José el plan de salvación,

T/. Haz que sepamos ver en todos los eventos el designio misterioso de tu providencia.

G/.Hijo de Dios, ocupado en las cosas de tu Padre, que José y María buscaron por tres días afanosamente,

T/. Haz que, como pide nuestra vocación, vivamos sólo por Dios, apreciando la oración y la contemplación como necesarias premisas a la acción apostólica.

G/.Jesús, que integrado a la familia de Nazaret, has querido ser mantenido por el trabajo de José,

T/. Haz que aceptemos la ley del trabajo común y sepamos hacer de éste un instrumento de santificación y un medio de apostolado.

G/: Oremos

Oh Padre, que nos has llamado a amarte y servirte como a único Señor, sálvanos de nuestra debilidad e incoherencia y, por intercesión de San José, fortifica nuestra fe para caminar con alegría, aún en la oscuridad, hacia la plenitud de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

[1] Vol.IV, págs.104-105, 36° Informe espiritual a P. Vincenzo Nardelli, s/f

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Novena de Navidad

diciembre 24th, 2016 Posted in Novenas y Triduos

9º Día: Jesús, hijo del Padre

El que me ha visto, ha visto al Padre”.(Jn 14,9)

novenanavidadG/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

Canto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: De la Carta de San Pablo Apóstol a los Gálatas (Col 1, 15-20)

15 Él es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él. 17 Él existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él. 18 Él es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. Él es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo, 19 porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. 20 Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz.

Canto

2º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

Dios me mostró la vestidura delicadísima que quiso dar a su Verbo para aparecer sobre la tierra, o sea aquel cuerpo puro e inmaculado formado en el seno purísimo de María, por obra y virtud del Espíritu Santo, este Cuerpo en el acto mismo de su concebimiento fue unido por hipóstasis divina al Verbo en unidad de Persona…

Él me hizo ver en Adán aquella original justicia y sobrenatural riqueza de la cual fue extraordinariamente marcado como hombre, además de las sobrehumanas gracias y privilegios especiales e infinitos, por la unión con el Verbo”.

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. Roguemos al Señor a fin de que continúe a ser misericordioso con todos los hombres y digamos con fe:

T/. Muéstranos tu misericordia, oh Señor.

  • Señor, nosotros te esperamos: Tú no eres anónimo porque nos has revelado tu Nombre y en Cristo no has mostrado tu rostro, enséñanos a reconocerte mirando con amor al hermano.
  • Señor, la tierra está llena de tu presencia: cuando nosotros caminamos Tú eres peregrino con nosotros. Te pedimos que cuando celebremos la Eucaristía Tú nos prepares el banquete nupcial.
  • Señor, nuestras miradas te perciben aún: ayúdanos a mirar a la gente con bondad y enséñanos a encontrarte en el silencio y en la oración.

G/. Oremos

Dios omnipotente, haz que podamos contemplar con ojos puros el gran misterio del nacimiento de tu Hijo, hecho hombre en el seno de la Virgen María. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Canto final

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Novena de Navidad

diciembre 23rd, 2016 Posted in Novenas y Triduos

8º Día: Jesús, gloria del Padre

novenanavidadDespués de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: «Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti”. (Jn 17, 1)

G/.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

Canto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: Del Evangelio de San Juan (Jn 1,1-5,9-18)

1Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 2 Al principio estaba junto a Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. 4 En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. 9 La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. 10 Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. 11 Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. 12 Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. 13 Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios. 14 Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan da testimonio de él, al declarar: «Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo». 16 De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: 17 porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que es Dios y está en el seno del Padre.

Canto

2º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

“Rogando a Jesús para que quiera bendecir el santo retiro que está por hacer me dijo así: “¡… yo Verbo eterno del Padre entré en el mundo! Yo vine al mundo para rescatar a la humanidad de la esclavitud de lucifer, para dar a Dios la gloria que le era debida por parte del género humano, y elevar al hombre a la dignidad de dios, devolviéndolo a su amistad, a su filiación divina”.

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. A Cristo, que nos ha librado de las tinieblas del pecado y ahora reina en la gloria del Padre, dirijamos confiados nuestra oración y digamos:

T/. Ven, Señor, Jesús.

  • Señor, que reúnes en una sola familia los pueblos de la tierra, renueva con ellos el pacto de eterna alianza.
  • Señor, que has venido a salvar a la humanidad decaída, en tu adviento glorioso no condenes a quienes has redimido.
  • Señor, que vendrás a juzgar a vivos y muertos, admite a nuestros familiares y amigos difuntos en la alegría de los santos.

G/. Oremos

Oh Sabiduría que sales de la boca del Señor y llegas de un confín al otro, disponiendo las cosas con fortaleza y dulzura: ven a enseñarnos la senda de la prudencia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Canto final

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Novena de Navidad

diciembre 22nd, 2016 Posted in Novenas y Triduos

7º Día: Jesús luz verdadera

novenanavidadEnséñame a buscarte, y muéstrate a aquel que te busca; pues no puedo ni buscarte si no me lo enseñas, ni encontrarte si no te muestras. Que te busque deseándote, te desee buscándote, te encuentre amándote, te ame encontrándote”. (Del Proslogión de S. Anselmo de Canterbury, obispo, cap. I)

G/.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/.Amén

Canto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: Del libro del Profeta Isaías (Is 60,1-6)

1¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! 2 Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti.

3 Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora. 4 Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. 5 Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti.

6 Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor.

Canto

2º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

“…Jesús me atrajo toda a Sí por fuerza de Amor. Mi espíritu fue transportado en una atmósfera tan alta y divina, donde una luz vivísima y además resplandeciente, iluminaba mi intelecto hasta darle un conocimiento claro de aquel Dios que es eterna Verdad por esencia e infinitamente grande por naturaleza. Me mostró en aquella clara y suprema luz de Verdad y de amor, el misterio divino de su Encarnación, me hizo entender la belleza, la grandeza, y la sublimidad de tal Misterio, en fin, como  en un espejo tersísimo y lucidísimo, me hizo ver las razones y la altura de tal divino Misterio, de modo que mi intelecto navegaba como en un océano de luz que embriagaba mi alma de celeste y divina caridad. En aquella y clara luz veía y contemplaba aquel connubio divino entre el hombre y Dios que se cumplió mediante la Encarnación del Verbo y la altura divina a la que era sublimada la naturaleza humana por obra de aquel Misterio…”

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. Dirijamos nuestra oración a Cristo Señor y digamos juntos:

T/. Ven pronto Señor.

  • Señor del mundo, nosotros queremos, con María y José, maravillarnos de tu nacimiento y conservar la Palabra meditándola en nuestro corazón.
  • Señor del mundo, nosotros queremos, con los Reyes Magos, tener fe en las Escrituras y adorarte ofreciéndote todos nuestros bienes.
  • Señor del mundo, nosotros queremos, con Simeón y Ana, estar animados por el Espíritu Santo y ver tu salvación, tu luz, tu gloria.

G/. Oremos

Oh Oriente, esplendor de luz eterna y sol de justicia, ven e ilumina aquellos que están en las tinieblas y en sombras de muerte, Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Canto final

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Novena de Navidad

diciembre 21st, 2016 Posted in Novenas y Triduos

novenanavidad6º Día: Jesús, promesa del Padre

“…Dios nos prometió la salvación eterna… por eso el Hijo único de Dios debía venir al encuentro de los hombres y asumir la naturaleza humana”.

G/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/. Amén

Canto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: De la carta a los Hebreos (Heb. 1,1-4)

1Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, 2 ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.

3 Él es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. Él sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo. 4 Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia.

Canto

2º Lect: De los Escritos de Madre Carmela .

“Antes que nada se me mostró a la mente el hombre apenas salido de la Omnipotente mano de Dios, hermoso como la sonrisa misma de Dios, adornado de aquella frescura que jamás se hubiera marchitado…

… Me lo mostró también desheredado de todas aquellas riquezas y privado de todas aquellas gracias y perfecciones a las que fue reducido después del pecado y necesitado de un reparador que viniese a elevarlo… de aquella extrema miseria en la que había caído.

Contemplé en esto la infinita Bondad de Dios, que teniendo piedad de la miseria humana y al mismo tiempo no queriendo que su obra, hechura misma de su mano omnipotente, fuese perdida para siempre, en el acto mismo de la caída de Adán ideó y estableció su resurgimiento por medio de su mismo Hijito, que también a su tiempo habría venido al mundo para reparar la ofensa hecha a Dios por el primer hombre y así devolver al hombre a la antigua amistad con Dios”.

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. Recemos para que todos los hombres adhieran al mensaje de Cristo y digamos juntos:

T/. Gloria a Dios y paz en la tierra.

  • Señor, el universo se alegra en ti que vienes, así como el pueblo de la antigua Alianza cantaba tus sucesivas venidas: haz que sepamos acogerte con alegría en tu segunda venida.
  • Señor, David cantó delante del arca de tu presencia y se maravilló porque fuiste hacia él: haz que seamos el pueblo cuyo Dios es el Señor.
  • Señor, Abraham recibió tres extranjeros en la encina de Mamré y les sirvió las primicias de su trabajo: haz que sepamos servirte en los huéspedes.

G/. Oremos

Señor, nuestro Dios, que vienes a visitarnos y a sanar nuestras heridas, haz que preparemos tus senderos en la alegría y en el himno de acción de gracias por los dones con los cuales nos colmas. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Canto final

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Novena de Navidad

diciembre 20th, 2016 Posted in Novenas y Triduos

5º Día: Jesús viene entre los suyos

novenanavidad“¡Benévolo intercambio! ¡Inescrutable creación! ¡Inesperados beneficios! ¡La iniquidad de muchos quedó oculta en el único justo, y la justicia de uno justificó a muchos inicuos! (A Diogneto, IX,5)

G/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/. Amén

Canto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: De la primera carta del apóstol San Juan(1Jn 1,1-4)

1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado

1 y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos. 2 Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado. 3 Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. 4 Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.

Canto

2º Lect.: De los Escritos de Madre Carmela

“Jesús, Sabiduría eterna del Padre, bajado del cielo para traer al mundo la luz de la verdad y de la justicia, y para abatir el vicio y el error, fue constituido desde la eternidad por su Divino Padre, jefe supremo de toda la humanidad y príncipe de la paz, porque debía, a través de la ignominiosa muerte de cruz, abatir y debelar el infierno, borrar el quirógrafo de muerte y restituir el hombre a la antigua amistad con Dios”.

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. Roguemos para que a la iniciativa de Dios, que nos ha librado de las tinieblas, corresponda de nuestra parte una mayor confianza en Él. Digamos juntos:

T/. Danos la esperanza, oh Señor.

  • Señor, toda la creación espera con impaciencia la revelación de los hijos de Dios: ella gime y sufre hasta hoy; nosotros te rogamos
  • Señor, tu Iglesia espera tu venida definitiva y la reunión contigo en tu Reino eterno; nosotros te rogamos
  • Señor, los emigrados y exiliados esperan el regreso a sus tierras y el inicio de una vida nueva; nosotros te rogamos

G/. Oremos

Oh Rey de las naciones y suspiro de las gentes, piedra angular, que unes todo en uno, ven y salva al hombre que has formado de barro. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Canto final

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Novena de Navidad

diciembre 19th, 2016 Posted in Novenas y Triduos

4º Día: Jesús nacido de una mujer

G/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

T/. Amén

“María, hija de adán, dio su consentimiento a la Palabra divina y se transformó en Madre de Dios”

novenanavidadCanto inicial o una oración de adoración (si se hace la exposición).

1º Lect.: De la Carta de San Pablo apóstol a los Gálatas (Gal.4,4-6)

4 Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, 5 para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. 6 Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre!

Canto

2º Lect.: De los escritos de Madre Carmela

“Veo una luz toda sobrenatural y divina, invistiendo todo mi ser, transporta y rapta mi alma a aquella altura sobrenatural y divina donde el espíritu pierde todo su ser en Dios… En esta luz tan alta y divina yo veía como con letras muy destacadas aquellas preciosas y divinas palabras:

“¡ave maria gratia plena dominus tecum!”

De todas y de cada una de las palabras veía claramente el concepto, el significado, el cual se representaba como el reflejo que hace el sol sobre un espejo lucidísimo. Se me mostraba el misterio altísimo de la Augustísima Trinidad. En tal Misterio mi espíritu se espaciaba en contemplar la continua, infinita y eterna generación del Verbo, el amor recíproco entre el Padre y el Hijito, y también la procesión divina del Espíritu Santo que no es otra cosa que amor, y aquel beso eterno y divino que continuamente se intercambian el Padre y el Hijito”.

Pausa de reflexión

Intercesiones

G/. Pidamos al Señor que nos ayude a preparar sus caminos. Digamos:

T/. Bendito el Dios que viene

  • Cristo, a quien toda la humanidad desea sin saberlo, a quien los ojos de Simón vieron como salvación, trae la liberación a todos los hombres.
  • Cristo, del cual la profetisa Ana hablaba a cuantos esperaban la redención de Israel, guíanos para hacerte conocer en el mundo.
  • Cristo, en tu presentación al templo fue anunciado a María, tu Madre, que una espada de dolor habría traspasado su corazón: fortalece aquellos que sufren por el servicio de tu Reino.

G/. Oremos

Dios Padre nuestro, haz que estemos siempre atentos para escuchar tu Palabra y sepamos agradecerte por todos los bienes que nos donas en abundancia aquí en la tierra, en la espera de la felicidad sin fin que has preparado en tu reino a los que te aman. Por Cristo nuestro Señor, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Canto final

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