Como paloma sedienta vuela a la Cruz
donde Jesús derramó su sangre.
Sumérgete en el costado divino
del Amante Señor
y abandonándote toda en Él
tu vida pasará feliz.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Vive siempre bajo la mirada de Dios,
teme sólo su ofensa
y luego vive tranquila,
haciendo lo mejor de ti
para corresponder a tu vocación.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Comprendí que yo estaba
como estrechada a su Corazón Divino
al punto de no poder ser nunca más separada,
y aquello que oí y probé
no me es posible poderlo describir.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Piense siempre, oh Hermana,
que habiendo abrazado este santo Instituto,
la obediencia será para usted el puerto de salvación,
porque esta virtud para una religiosa
es de tal importancia que poseyéndola,
ella constituye toda la perfección
y la santidad y atrae a sí las otras virtudes.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Es tiempo de terminarla conmigo misma;
Dios solo, su gloria,
el bien de las almas
deben ser ya toda la ocupación de mi vida.
Yo no soy más yo,
sino que es Dios que vive y obra en mí,
por lo tanto todas las operaciones
no deben ser otra cosa que el resultado
de todas aquellas operaciones divinas
que la gracia continuamente obra en mí.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
En estos tiempos, más de lo común,
cada cosa me lleva a Dios,
aún las cosas indiferentes,
porque me encuentro en una unión
tan íntima y continua con Dios
que cualquier cosa me transporta,
me atrae hacia Dios hasta quedar
en un abandono total
de los sentidos y potencias
en el único objeto de mi corazón.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
El amante Jesús me ha constituido
su esposa de sangre,
para ser compañera
en los sufrimientos y en las amarguras
que continuamente su Corazón recibe
por la ingratitud de los pecadores.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Date ánimo por el trabajo
que se te presenta cada día,
haz cuanto puedas y no te preocupes,
confía en Dios
que no te hará faltar su ayuda.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
Tu amor es para mí
aquel faro que aclara mi mente,
que me inflama
y cada día me enciende
de un divino y santo ardor.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)
El reposo yo lo tengo en el Corazón de mi Jesús,
estando con Él todo parece liviano y suave,
unida a Él me son dulces las penas,
suaves los dolores,
gran premio el padecer.
(Venerable Madre Carmela Prestigiacomo)